Si sois propensos a hacer uso de Twitter comprenderéis las palabras de hoy. Con este año nuevo las cuentas atrás de eventos se han disparado.
Es raro que vuestros seguidores no publiquen tuits de este tipo. Si todavía no sabéis a lo que me refiero, os explico. Existen algunos eventos, principalmente conciertos, que la gente fija en su calendario como si no fuera a vivir hasta ese día. Su móvil les comunica los días, las horas, los minutos, los segundos y las milésimas de segundo que les quedan para empezar a vivir. Me parece muy bien que las personas tengamos ilusión por un día determinado, soy la primera que me incluyo; pero llamadme loca, no quiero saber los días que faltan para ese momento tan especial. No quiero contar los días que faltan para ese lejano momento, quiero vivir cada día, el presente, porque si algo he aprendido es que la vida puede cambiar en un segundo. Por eso quiero disfrutar de cada día, de cada día rutinario. Cada una de las 24 horas de los 365 días del año son para vivirlos, si esperas a una fecha concreta puede que te estés perdiendo millones de cosas que hagan que ese día tan esperado sea aún más especial.
Aprende a vivir, pues hay que aprender de los micro regalos que te ofrece esta vida.
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